Las parejas felices

 
 

El matrimonio es para toda la vida, pero la perdida de su identidad, independencia, autónoma libertad es generalmente lo que impide que esto sea lo que efectivamente pase. Las mujeres como los hombres hoy en día tienden a tener mayor reticencia al matrimonio por el simple hecho de que no quieren perder lo que tienen. Si perder. El fenómeno que se ha presentado mundialmente es el hecho que el matrimonio es cada vez más tardío y cada vez dura menos. Uno no se casa pensando “que dure lo que duren pero con la esperanza que sea eterno. Las separaciones hoy son cosa corriente, con un su máximo generalmente durante los primeros 5 años de casados. Los libros sobre las diferencias entre los hombres y mujeres son best selleres porque las personas no quieren ser parte de las estadísticas. Esperan encontrar en estas publicaciones la solución mágica a un problema cada vez más recurrente.

Los hombres, tienden a rehusar el matrimonio debido a la perdida de libertad. Tienen en sus mentes la mujer quien siempre quiere saber donde están, miedo de que tendrán, el resto de su vida, que compartir la misma cama con la misma mujer. La esencia del hombre es conquistar, no mantener. Por lo mismo hay una perdida de masculinidad al momento de dejar de conquistar.  Frecuentemente al momento de reevaluar la vida, el trayecto recorrido o lo que comúnmente es conocido como la crisis de la edad media, como a los 45 o 50 años, los hombres necesitan retomar contacto con su masculinidad. Ven que sus cuerpos ya no son lo que eran, serán aun capaces de ser hombres y conquistar?

Las mujeres son contenedoras, pero con el cambio de prioridades de la sociedad han también cambiado los objetivos y metas de la vida de una mujer en muy poco tiempo. Antiguamente las mujeres querí­an tener un buen matrimonio, que el marido pudiera solventar las necesidades de la casa y que la mujer sirviera al hombre porque llegaba cansado del trabajo. Hoy la mujer también trabaja y quiere trabajar. Al momento de casarse ella teme que deberá renunciar a su vida de independiente. En parte es verdad, al momento de tener un hijo. Combinar hogar y trabajo no es fácil pero si es posible. La mujer busca a contener el marido, mantener el matrimonio y la familia. Ella a diferencia del hombre quien conquista, necesita ser seducida.
Después de que se instauró la rutina en la vida de pareja aparecen las faltas de amor, la falta de comunicación, una disminución marcada en las relaciones intimas, un interés aumentado en los hijos, y un sentimiento celoso por parte del hombre quien ve que los hijos son más importantes que él. Ella ya no se arregla, el ya no la conquista, ya no tienen tiempo de pareja porque solo son padres.
Es importante señalar que aunque uno sea padre sigue siendo mujer, hombre, hijo, hija, trabajador, independiente, y otros apelativos usados antes del matrimonio. No debiera ser una perdida de identidad, el otro no es yo y yo no soy el otro.
Por lo mismo, conquistar, seducir, independencia, identidad propia son las palabras claves. Que hacer para mantener esa llama viva?

1) La mujer como el hombre necesitan tiempo con sus vidas, sus amigos. Lo ideal de vez en cuando salir por separados. Tendrán de que hablar a la vuelta.
2) Ambos necesitan y deben mantener la vida de pareja. Una vez al año que se tomen vacaciones juntos, sin los hijos.
3) Que el hombre reconquiste a la mujer. Que no crea que todo ya esta hecho y que tendrá a la mujer bajo su dominio para el resto de la vida.
4) Que la mujer seduzca al hombre. Tampoco es batalla ganada.
Cabe señalar que puede ser reconquista o seducción tan fácil como una cena con velas, una sorpresa. O sea aquellos comportamientos que estaban presentes en los primeros momentos de noviazgo, el principio de la relación.

 

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